4 /5
Média de Avaliação
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Local informal. Camarero muy serio. En cuanto a los platos que comemos croquetas, zamburiñas, zorza, mejillones, navajas y jurel. Por último, en el postre, torrijas caseras acompañadas de una bola de helado, y flanco de queso acompañado de crema y caramelo. todo muy rico, sólo la zorza tenía una salsa que picaba un poco pero pasa perfectamente. como un hecho curioso, en la carta que reportó sobre alobre y había un poema. ratio calidad aceptable precio. El único pegamento del restaurante era el olor de frito, salimos de allí con el olor impregnado en la ropa.