Un bar pequeño pero acogedor, con ambiente muy familiar, sus propietarios son muy amables y encantadores, en cuanto a la comida, las tortillas son de lo bueno, lo mejor, todo preparado el mismo día, me encanta el pepito de ternera, el té inglés que prepara con canela y azúcar moreno, entre otras cosas, todo está muy bueno y fresco, recomendable 100
El dueño es muy agradable y atento. Fui a desayunar y me recomendó probar la tortilla de jamón, que le sale espectacular. Tiene mucha variedad en cuanto a tortillas se refiere y, por supuesto, cuando esté por la zona volveré. El café también estaba riquísimo.
Buenos bocadillos, hamburguesas increibles, comidas caseras espectaculares y la cerveza duele de lo fria que esta, volveré por la calidad de la comida, los precios y el servicio que ofrece Alberto y su mujer.