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Média de Avaliação
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No habíamos entrado nunca en el CANARIAS y fuimos recomendados por la camarera del cercano ALBERTO, donde habíamos comido y donde no sirven café. La recomendación fue un completo acierto, y el café resultó cargado, de color acaramelado, espumoso y sin el regusto a quemado de los torrefectos, cosa que los que lo tomamos solo agradecemos. El camarero algo seco e inexpresivo. Pero bueno, esto es Cantabria y no Cádiz.....: